Biobibliografía
Poeta cataquense. Fue Fundador de la estirpe generacional –ya extinta- los “Ángeles del abismo”. Ha publicado los siguientes poemarios: “Candil entre la lluvia” (1976), “Espejismos” (1984), “Intuiciones” (1985), “Flecha púrpura” (1988), “Campo de fresas” (1989), “El korte final” (1990), “La lechuza milagrosa” (1991) y “El retorno del Konde Soledad” (1994). Finalista en la VIII Bienal de Poesía “Premio Copé 1997” con el poemario “Las sagradas escrituras de Walak en Simache” y finalista en la XII Bienal de Poesía “Premio Copé 2005” con el poemario “Las Aves de la Luna Madre”.
Producción poética
“Y tú no fuiste otra cosa que un pálido fantasma de otoño. En este lugar inexacto. Lleno de murmullos espantosos y músicas truculentas. Donde la arena de tu xoledad se fue juntando entre tu larga y desgreñada cabellera. Eran las sombras. La agonía inexorable de todas las muertes. Esos lánguidos rayos de la luna. Y tú acercándote hasta el crepúsculo de estos jardines para arrancar un clavel y ponerlo entre los teclados de este piano abandonado”.
“Has comparecido ante todos los tribunales.
Fuiste declarado culpable:
por usar sombrero / latear por las calles /
ponerte pulóver / pegar afiches / ponerte
chaqueta roja / escribir poesía / y usar zapatillas.
Han utilizado contra ti todos sus impuros
métodos de persuasión,
pero no pudieron sacarte nada
ni han podido allanar tu corazón.
Al concluir el otoño te han encerrado
en una isla
donde sigues siendo el Robinson inmarchitable
ke respira su propia soledad”.
“Fundador del desierto y de la inocencia de las aves
tú conoces el retorno y la llegada de nuestros ancestros
el apareamiento de las culturas que nos procuraron el tesoro
y la sabiduría del lagarto de oro
pues tu talismán lo cediste de generación en generación
sacerdote guerrero aquí están tus ñaños hechos de yupisín
y plátano frito”.
“Fiel a los mandamientos de la semilla y de los óvulos almibarados / a tus descendientes y a tus progenitores de barro / al virtuosismo de tus aves y de tus curacazgos / porque ya hemos encontrado nuestro propio paraíso en la herencia de tus ojos y de tus cabellos / en el brindis de la chicha que se invita con el linaje y el séquito de las soñas / para verte marchar en el vértice del amanecer con las primeras luces del corazón”.
Poética
Lelis hiperboliza su lenguaje poético. Desflora las virginidades semánticas del lenguaje. Su manera de expresar lo existente nos parece tan primigenio, tan recién nacido, que conmueve nuestras más remotas emociones y nuestras más endebles agitaciones pectorales
Poeta cataquense. Fue Fundador de la estirpe generacional –ya extinta- los “Ángeles del abismo”. Ha publicado los siguientes poemarios: “Candil entre la lluvia” (1976), “Espejismos” (1984), “Intuiciones” (1985), “Flecha púrpura” (1988), “Campo de fresas” (1989), “El korte final” (1990), “La lechuza milagrosa” (1991) y “El retorno del Konde Soledad” (1994). Finalista en la VIII Bienal de Poesía “Premio Copé 1997” con el poemario “Las sagradas escrituras de Walak en Simache” y finalista en la XII Bienal de Poesía “Premio Copé 2005” con el poemario “Las Aves de la Luna Madre”.
Producción poética
“Y tú no fuiste otra cosa que un pálido fantasma de otoño. En este lugar inexacto. Lleno de murmullos espantosos y músicas truculentas. Donde la arena de tu xoledad se fue juntando entre tu larga y desgreñada cabellera. Eran las sombras. La agonía inexorable de todas las muertes. Esos lánguidos rayos de la luna. Y tú acercándote hasta el crepúsculo de estos jardines para arrancar un clavel y ponerlo entre los teclados de este piano abandonado”.
“Has comparecido ante todos los tribunales.
Fuiste declarado culpable:
por usar sombrero / latear por las calles /
ponerte pulóver / pegar afiches / ponerte
chaqueta roja / escribir poesía / y usar zapatillas.
Han utilizado contra ti todos sus impuros
métodos de persuasión,
pero no pudieron sacarte nada
ni han podido allanar tu corazón.
Al concluir el otoño te han encerrado
en una isla
donde sigues siendo el Robinson inmarchitable
ke respira su propia soledad”.
“Fundador del desierto y de la inocencia de las aves
tú conoces el retorno y la llegada de nuestros ancestros
el apareamiento de las culturas que nos procuraron el tesoro
y la sabiduría del lagarto de oro
pues tu talismán lo cediste de generación en generación
sacerdote guerrero aquí están tus ñaños hechos de yupisín
y plátano frito”.
“Fiel a los mandamientos de la semilla y de los óvulos almibarados / a tus descendientes y a tus progenitores de barro / al virtuosismo de tus aves y de tus curacazgos / porque ya hemos encontrado nuestro propio paraíso en la herencia de tus ojos y de tus cabellos / en el brindis de la chicha que se invita con el linaje y el séquito de las soñas / para verte marchar en el vértice del amanecer con las primeras luces del corazón”.
Poética
Lelis hiperboliza su lenguaje poético. Desflora las virginidades semánticas del lenguaje. Su manera de expresar lo existente nos parece tan primigenio, tan recién nacido, que conmueve nuestras más remotas emociones y nuestras más endebles agitaciones pectorales